lunes, 5 de febrero de 2007

La culpabilidad se desvanece.

Es curioso, pensé hoy mientras estaba en mi cama, es curioso como en las primeras experiencias sexuales hace pocos años, justo después de mi orgasmo tenía un gran sentimiento de culpabilidad; el arrepentimiento, la sensación de un crimen, el deseo de que el cuerpo junto al mío desapareciera. Entonces mis pocos e insípidos contactos que sólo eran besos, caricias, cachondeo y ocasionalmente sexo oral, terminaban inmediatamente después de que yo lo hacía, aún y cuando el susodicho quisiera seguir en nuestro asunto. Generalmente le decía que estaba cansado y que era necesario que se fuera o que yo me fuera, imagino no guardan recuerdos muy gratos de mi.

Estaba pensando en eso mientras estaba en mi cama, teniendo un orgasmo, es acaso desfachatez? cinismo? o sólo que me he acostumbrado y aceptado una vida homosexual? pero poco a poco la culpabilidad fue mermando, y podía ahora concentrarme en recuperarme, ya fuera para seguir disfrutando, para vestirme, o para decirle al amante casual que habíamos terminado y se podía ir, como función de cine o teatro, generalmente lo hacía cuando la compañía se volvía desagradable una vez que lo sexual ha pasado; bueno ese es otro tema, pero pensaba que la culpabilidad iba disminuyendo y por lo tanto, como consecuencia por achacarlo a algo; había pasado gradualmente de los simples contactos éroticos, a sexo con penetración, en la manera en que una persona está aprendiendo a hacer algo.

El sentimiento se ha desvanecido, pensaba mientras los espasmos orgasmicos recorrían mi cuerpo, el hombre que estaba conmigo seguía en cierto trance o extasis (supongo) muy propio del pasivo; no hay culpabilidad por nada, como si hubiera perdido cierta inocencia que habría sido muy lindo conservar, ahora me enfocaba vagamente en él, tiene 45 años, aunque de inicio me dijo tenía 36, la mentira era obvia, la cara no podía negar los años, las canas menos; también me había dicho que era soltero pero la sombra clara en su dedo y la marca de tensión que dejan los anillos lo descubrían, eso me hizo querer terminar rápido, lo penetré sin pensar y fuerte a pesar de su cara de dolor, y lo tome fuerte por las piernas como un candado, pero ¿quién soy yo para castigarlo y crearle un poco de dolor?, me levanté y fui al baño a quitarme el condón.

No me sorprendía no sentir vergüenza o la repetitiva culpa, porque yo ya he estado con alguien casado, se llama O, tiene 35 años, me gusta, es casado y con dos niñas, me lo dijo sólo una vez y muy rápido mientras le besaba la espalda, como si de esa manera fuera algo olvidable, no lo es, pero lo dejamos a un lado de nuestros encuentros (4 hasta ahora), nunca he tenido sexo con él, hacemos otras cosas pero nunca lo he penetrado, deseo expreso de él, aunque yo he tratado de convencerlo, dice que algún día mientras me besa los brazos, dice también que le gustan los vellos en mi pecho, con él he tenido los mejores orgasmos de mi vida y sin penetrarlo; me da gracia que le gusta jugar a un amor rudo, pelear un poco en la cama entre besos y abrazos para ver quien es más hombre, y mientras su cara se pone cada vez más roja por la fuerza me imagino las veces que llora solo y escondido por ser lo que es, por querer lo que quiere, me descuido un poco y me tiende con fuerza a un lado de la cama para morderme a besos. Cree que negarse a cojer es la única manera de asegurar que volveré a verlo, quizá tenga razón, quizá sólo si tenemos sexo me pondré a pensar en las vidas que estoy contribuyendo a destruir, y él no quiere eso, ni yo tampoco. Me siento un cobarde insensible.

Regresé del baño, ya sin condón y bañado ligeramente para quitar los restos de lubricante en mi pubis, el hombre de 45 años ya en la puerta, me dijo que se tenía que ir, bien le dije, al menos no tuve que pedirle que se fuera, la descortesía podría hacerme sentir culpable.

Saludos.

H


Sueña él / el pobre hombre que busca /el pobre hombre que observa, / de día / y la noche que sólo oscura / nada acepta.

Extraño pobre hombre que nada encuentra / poco llora, poco intenta / pequeño hombre que extraña / olvidarse de lo que no observa / que no sabe lo que desea / por su vida jura / que lo sabrá cuando lo vea.

Pequeño hombre extraño / que no ve que la pobre vida / no le encuentra / pobre hombre pequeño / que de la manera más extraña / siempre se despierta / él despierta.

Creo tener problemas, pero ¿quién no?

Una vez iniciado el 2007, y después de unas vacaciones “familiares”, en todo el sentido de la palabra, decidí darle rienda suelta a mi líbido. Las circunstancias se dieron, no trato de justificarme pero es cierto, después de un mes de vacaciones en casa de mis padres, y ahora que regrese a la ciudad “en algún lugar de México” viendo que el muchacho con quien comparto departamento aún no regresaba de vacaciones, encontré en toda está situación la oportunidad casi perfecta.

Tendría dos semanas para tener libremente contactos sexuales, sensuales, posiblemente románticos, posiblemente bizarros, como yo quisiera. ¡Señores! había que desquitar un mes de recatamiento familiar, o al menos así lo veía yo.

Dije oportunidad casi perfecta porque había un pequeño inconveniente, no tenía con quien disfrutar todo este tiempo de desquite sexual, sensual blah blah. Igualmente noten que dije pequeño inconveniente porque fue facilmente superado. Me dije: ¿pero que acaso no soy un hombre homosexual de closet? Pero ¡por supuesto! orgullosamente ¬¬… entonces ¿por qué carajos no voy al lugar de encuentro homosexual “discreto” por excelencia?, mm chat rooms? -_-? Y me dediqué a buscar parejas casuales, obvio con la siempre pequeña esperanza de que en él encuentre el hombre de mi vida, o un amante por quien siento una obsesión enfermiza, o un amante por quien siento algo, o un amante frecuente, o mínimo un cuerpo masculino que me sirviera para mi objetivo del momento. Así lo hice, así resultó, repetidamente por dos semanas.

Pasaron varias cosas, no tantas como yo y mi nueva actitudo habrían esperado, poco sexo en forma, y mucho de otras cosas no tan sexuales y que no necesitaron el uso de protección. Es gracioso, bueno gracioso por querer poner un adjetivo a falta de uno que creo le quede, es gracioso que al paso del tiempo en esas dos semanas y mientras iba saciando cada vez mis ganas, me iba adentrando a un estado de reflexión, melancolía y hasta depresión por ponerle un nombre dramático. Me fui convenciendo, porque ya me había dado cuenta, que tengo problemas. ¿Era realmente necesario hacer lo que hice esas dos semanas?, al inicio del año no lo hubiera dudado pero ¿ahora?, se que no puedo esperar que me llamen de otra manera que no sea promiscuo, pero vamos, seamos honestos muchos muchos de nosotros lo somos, y creo que el hecho de ser promiscuo no necesariamente implica ser irresponsable, (se puede tener varias parejas sexuales, pero teniendo las precauciones debidas se puede desligar los terminos promiscuo e irresponsable, o al menos así lo creo, pero ese será un tema para otra cavilación convertida en post). Así es, creo que tengo un problema, que tiene muchas causas, pero me pongo a pensar en la premisa: soy un hombre gay de closet con 23 años de vida, con baja autoestima, con deseos sexuales y sentimentales, incapaz de buscar a alguien… (que tonto yo se, pero es mi justificación). Bueno, estúpidamente para aminorar mi preocupación me serviría mucho saber que otros han o están pasando por una situación similar. Así que si alguien me puede compartir su opinión sería muy bueno… eso imagino.

Algunos detalles de mis generalmente tristes encuentros en un siguiente post.

Saludos

H.

Soy H.

Hola. Soy H. Vivo en alguna ciudad de México, temporalmente. Trabajo. Estudio. Tengo 23 años. Tengo sobrepeso. Soy un hombre consciente de su homosexualidad. Soy un hombre que no aceptaría su homosexualidad ante otra persona. Creo ser hombre, aunque parece sigo siendo un adolescente. Estoy solo. Era un solitario por naturaleza y por convicción, ahora lo soy sólo por naturaleza. Número de relaciones sentimentales en mi vida: cero. Número de relaciones sexuales en mi vida: algún número entre varias y muchas. He iniciado un blog.

H.